Ella está allí
y a la vez no está.
Ella está allí,
preparando la cena
e hirviendo el agua para el té.
Camina buscando a alguien,
buscando un poco de ruido.
Buscando algo que no encuentra,
que ya no tiene,
que anhela.
Su mirada es triste,
perdida,
desorientada;
pero sonríe sin dientes a la ventana.
Observa la gente tras los asquerosos cristales
que sin cortinas la resguardan.
Gente que ríe,
goza,
conversa,
camina,
se abraza.
Y desea,
y sueña,
y cocina.
Creo que comió pasta,
tomó té
y soledad;
también soledad.
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